quarta-feira, 11 de maio de 2011

CONSCIÊNCIA UTERINA


Viaje por las intrincadas selvas genitales

Escoge un lugar silencioso, apacible, en el que puedas estar durante algunos minutos.
Que nada en tú cuerpo obstaculice tú respiración, ponte cómoda; espalda derecha, manos y pies descruzados, cuello en ángulo recto con el cuerpo. Puedes escoger estar sentada con la espalda apoyada sobre un cojín o acostada sobre una colchoneta no muy gruesa, colocando debajo de tus rodillas un cojín que eleve tus piernas de manera que la espalda repose completa en la superficie en la que estás apoyada. Coloca una música relajante, prende un incienso, enciende una vela, apaga el teléfono, que nada te moleste. Cierra tus ojos y a medida que vas respirando más lentamente, siente como tus brazos y piernas se van haciendo más pesadas. Siente como el aire que inhalas recorre tú cuerpo llenándote de una sensación cada vez más placentera. Al exhalar vas dejando atrás todas las tensiones del día... Inhala ahora llevando el aire hasta los rincones más olvidados y escondidos de tú cuerpo. Al exhalar toma conciencia de esos lugares olvidados acariciándolos con el aire que sale nuevamente toma el aire llevándolo a los lugares más remotos de ti misma y exhala con un suspiro ¡ ahhh ! Deja fluir ahora tú respiración como un sereno riachuelo navegando con ella y dejándote llevar. Inicia ahora un recorrido dentro de tú cuerpo. Imagina que eres un diminuto ser y que vas a realizar un viaje fantástico dentro de ti. Sitúate flotando frente a tú vulva. Estás con las piernas abiertas y te estás viendo desde ese ángulo por primera vez. Antes de continuar ¿qué sientes de estar frente a frente con tú vulva? ¿Qué olor tiene? Colores, texturas, temperatura…detalla cada sensación y emoción, no dejes pasar ninguna sensación y cuando te sientas lista da un paso hacia delante, deslízate por tus labios mayores hacia dentro, juega como si estuvieras en un parque de toboganes de agua, déjate llevar por tú propio cuerpo recorres los labios como una camino de montañas con muchas curvas, en algunas partes se te hace más fácil moverte y en otras encuentras pequeñas ranuras, te caes dentro de ellas, estás en una selva tupida de arbustos y casi no puedes verâ y de repente estás en una zona donde sientes cosquillas, y muuuucho placer, toma nota mentalmente de cada detalle, de cada sensación, de cada emoción y sigues el camino, encuentras un túnel, ya entraste ¿Qué sensación te produce entrar a ese lugar tibio que es tú vagina, visualiza ese largo pasillo hacia tú vientre, hacia tú útero, siente el cálido y oscuro viaje, flotando en el silencio interior, déjate ir por la corriente a medida que vas ascendiendo imagínate acariciando sus paredes, sus pliegues, sintiendo las formas, apreciando los diferentes tonos de rosado a rojo oscuro. Recuerda respirar, inhala y exhala, aprovecha cada imagen que evoque tú mente, cada sensación, cada memoria que está registrada en ese espacio. Se sincera contigo misma, no evadas los recuerdos desagradables, solo míralos, enfréntalos como la guerrera amazona que eres y déjalos pasar. Haz una pausa de unos minutos, tómate todo el tiempo que necesites y recuerda respirar profundo. Ahora llegas a una pequeña puerta, el cuello del útero es un orificio redondo muy estrecho, un lugar muy gelatinoso lleno de fluidos, entre color carne y rosado perlado ¿te sientes cómoda con tus fluidos, con tus olores, con la gelatina del cuello uterino, el ascenso se te hace difícil, te cuesta recorrer ese angosto canal, además cada vez es más oscuro, solo te puedes guiar por tus manos que van tocando las paredes y por tú olfato en ese ascenso aparecen imágenes, recuerdos, colores, déjalos aparecer, no detengas la película, toma consciencia de las memorias, de los placeres, de los traumas, de los partos, de los mensajes que recibiste siempre acerca de tú feminidad, de tus genitales y sobre todo de lo que tú sientes acerca de ti misma…haz una pausa y respira profundo antes de seguir el recorrido. Y de repente se abre el espacio; ahora estás dentro de la matriz que es una cueva acogedora, húmeda y cálida, con una textura suave, única y excepcional; todos hemos estado alguna vez allí, ¿te provoca acurrucarte en este espacio, ¿cómo lo sientes? ¿Amigable? ¿Hostil? ¿Recuerdas a tú madre? Ella te cobijó en ese lugar por nueve meses… ¿cómo te sentiste dentro de ella? ¿Fuiste aceptada y deseada o rechazada? ¿O a lo mejor piensas en tus embarazos, las pérdidas? Registra cada recuerdo, cada sensación, atesora cualquier imagen que aparezca, es tú historia, es lo que te ha hecho tal cual tú eres, no emitas juicios, sólo déjate estar ahí, estás sanando al tocar a tú útero, si sientes la necesidad ponle tus manos, recórrelo con la intención de sanar con tú amor por ti misma, en cada cicatriz, en cada fibroma, en cada rincón que sea necesario, úntalo con tú amor, con tú reconciliació n y sigue, si lloras está bien, si sientes rabia está bien también, date el tiempo para ir sanando, pasito a pasito…podrás ir integrando tus piezas estropeadas, tú eres la única que tiene la capacidad para sanar tus heridas, tú tienes ese poder aunque quizá todavía no te hayas dado cuenta de que es as invoca la Luz Divina para que te asista, usa el agua purificadora, imagina los ungüentos mágicos que curan. Cuando estás lista, sigues tú recorrido, sigues flotando en subida hacia la trompa; un largo y estrecho canal aún más estrecho que el cuello uterino, muy filamentoso, es como un mar de algas flotantes que te conducen hacia el ovario, acaricia y déjate acariciar por tú trompa hasta que se vuelve a abrir el espacio y te encuentras con tú ovario, el centro de tú creatividad, cada óvulo es un proyecto posible, cada óvulo es un bebé posible, pero más que nada es la vida en potencia, la creatividad en potencia y será lo que tú quieres que sea, toma conciencia de este poder que yace escondido en tú pelvis, bien resguardado, y del cual tú eres la única dueña, la que decides hacia donde sientes que quieres irâ los colores y la energía en este lugar pueden ser como fuegos artificiales, un espectáculo infinito, cósmico, orgásmico. Y si no es así, pregúntate ¿a quien le has cedido el poder? ¿Quién comanda tú vida, tus decisiones, tus acciones? ¿Será aquel órgano bien lejano de tú pelvis, que no para un instante de pensar y pensar? ¿O las decisiones vienen de afuera y tú las acatas? Toma el tiempo para sentir que pasa en tus ovarios, si has tenido o tienes quistes, que significan para ti esas pelotas que crecen y molestan, duelen, que proyectos y metas no has logrado y por qué? ¿Están rígidos o sueltos? Nuevamente si es necesario toma tus ungüentos de sanación y espárcelos por los ovarios, habla con ellos y abrázalos. Tómate unos minutos, respira profundamente, para ir regresando y estar alerta…cuando estés lista. Estira tus brazos y piernas, y poco a poco, abre tus ojos. Toma lápiz y papel y escribe o dibuja con lujo de detalles lo que acabas de ver, percibir y sentir. Recuerda no juzgar, solamente escribe lo más importante, y lo que no te haya parecido también, todo, colores, sensaciones, imágenes, etcétera.

Isabella Polito de Lares - www.auroramadre.com
Encontrado IN:
EMPODERANDO AS MULHERES

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Que o Poder Infinito da Deusa e da Mãe Natureza purifique seus caminhos.